Perenne, incólume
aprisionas mi corazón partido.
Es fácil saber que eres tú
en esa interminable forma
de abrirme el corazón y hacerlo tuyo.
Te paseas por los senderos
de mi pecho
donde habita mi amor.
Reemplazas la angustia
por murmullos de pasión.
Cuando amanece
damos las gracias
por esa alborada enjuta
que nos da su luz
y nos marca el camino.
Otra jornada en la cual
nuestros pasos analizan
la dulce brisa instalada
en alimento del alma
volando alto.
Oscar Néstor .
1 comment:
Oscar un placer visitar tu blog. Esta armado con mucho gusto.
Un beso
Maria
Post a Comment