Mis ansias
Nada son mis manías.
Obsérvame con cuidado...
Voy , en forma persistente
en tu dirección y no cejo
aunque me espantes.
Sigo insistiendo y no claudico
adoleciendo por mérito propio
de la consecuencia de mis manías.
No, no son mis manías...
son mis ansias.
Ellas, las perseverantes
las reinas que no abdican
las que son y permanecen
las dominantes...